La organización social del Orden Colonial.
Las sociedades de los dominios coloniales españoles se conformaron a partir de tres grupos étnicos de diferente origen: los indígenas, nativos de América; los blancos, llegados de Europa; y los negros, provenientes de África. Durante el proceso de conquista y colonización fue creciendo un cuarto grupo, producto de la mezcla de los otros tres, al que se denominó castas. Como resultado de ese proceso de mestizaje se diferenciaron tres nuevos grupos entre la población: los mestizos (mezcla de español e indígena), los mulatos (mezcla de español y negra) y los zambos (mezcla de negro e indígena).
Durante el siglo XVIII el proceso de mestizaje estaba muy avanzado, y en muchas regiones el número de mestizos predominaba sobre el resto de la población. El mestizaje se vio favorecido por el escaso número de mujeres llegadas de España, debido a que allí sólo se les permitía emigrar a las casadas. Muchos de los hijos mestizos eran producto de relaciones extramatrimoniales, ya que habitualmente los españoles sólo se casaban con españolas. Los hijos de padre y madre españoles nacidos en América fueron llamados criollos.
La existencia de estos diferentes grupos de acuerdo con su origen o color de piel tuvo una gran importancia en la sociedad colonial del siglo XVIII. Los blancos eran una minoría, pero ocupaban los lugares de privilegio, tanto por su riqueza como por su prestigio social. Las diferencias sociales se acentuaban aún más por las diferencias de origen y de color de piel.
La Pirámide Estamental de la Sociedad Colonial
En la parte superior de esta pirámide estamental de la época, se encontraban los españoles, funcionarios o representantes del rey, autoridades de la Iglesia Católica. Constituían un grupo de privilegios y de poder.
Luego estaban los criollos, hijos de españoles nacidos en América. Heredaron tierras y eran propietarios de las principales haciendas. Formaron la aristocracia criolla.
En el tercer peldaño se encuentran los mestizos, grupo étnico que en el siglo XVIII se convirtió en el sector mayoritario; tenían prohibido ser funcionarios públicos y militares. Algunos fueron artesanos y comerciantes, pero la mayoría trabajaba de inquilinos o peones. También podían ingresar al clero. Un amplio sector vivía marginálmente vagabundeando por ciudades y campos.
En el siguiente peldaño se encontraban los indígenas eran victimas del desprecio social. Eran encomendados a españoles o criollos o resguardados para trabajos de minas y haciendas.
En el ultima escala social se ubicaban los negros traídos de África y los mulatos. Eran esclavos que trabajaban en minas o en plantaciones.
El Papel de la Iglesia
Uno de los objetivos centrales de la colonización de América fue la evangelización de las poblaciones nativas. Por eso, desde los primeros años de la conquista, la Iglesia tuvo una gran presencia en el continente, ocupándose de temas claves como la conversión al catolicismo de los indígenas y los negros esclavos, la educación y la censura.
Para cumplir la tarea de evangelización de los indígenas americanos, es decir, su conversión al catolicismo, el Papa concedió a los Reyes Católicos la institución del Patronato. Gracias a esta concesión papal, los reyes podían organizar provincias eclesiásticas (diósesis), nombrar obispos y cobrar el diezmo (impuesto que consistía en la entrega del 10% de los ingresos a la Iglesia). A cambio debían evangelizar a los indígenas, defender la fe católica, mantener al clero, facilitar los viajes de los misioneros y construir iglesias y hospitales.
A América llegaron tanto integrantes del clero secular, es decir, que dependían directamente de un obispo, como del clero regular, o sea, perteneciente a ordenes religiosas (Instituciones aprobadas por el Papa, cuyos miembros viven en comunidades bajo ciertas reglas establecidas por su fundador) y dependían de un superior. Entre las ordenes religiosas que arribaron se encontraban las de dominicos, franciscanos, jesuitas entre otros.
La Iglesia tuvo gran influencia en la vida de todos los individuos que integraban la sociedad colonial. Las celebraciones litúrgicas señalaban el ritmo de la vida cotidiana y la Iglesia tenia un papel fundamental en la difusión de la cultura. La educación primaria estuvo a cargo de sacerdotes y funcionaron escuelas en los conventos. Las universidades fueron dirigidas por los dominicos, franciscanos y jesuitas. La primera universidad americana, fundada por los dominicos funciono desde 1538 en Santo Domingo. En el actual territorio argentino, la primera universidad fue la de Córdoba, fundad por los jesuitas en 1613.
Aunque la Iglesia conservo su poder durante todo el periodo colonial, existieron numerosos conflictos entre las autoridades civiles y las eclesiásticas. También hubo disputas entre el clero secular y el clero regular.
Las Misiones Jesuitas
A mediados del siglo XVI, como consecuencia de la Contrareforma, llego a América la orden de los jesuitas. Estaba integrada por monjes españoles, pero también de otros lugares como italianos, belgas, alemanes y franceses. Su intención era evangelizar a la población indígenas de forma pacifica. Por eso, aprendieron la lengua nativa de los pueblos con los que tomaron contacto.
Algunos sacerdotes jesuitas se dirigieron a los territorios de los guaraníes en Brasil y en el Paraguay. En 1609, comenzaron a organizar reducciones o misiones, que eran pueblos donde residían los sacerdotes y los indígenas. Varios de esos pueblos fueron fundados en Paraguay y en Argentina, sobre el margen del río Paraná, desde el río Iguazú hasta el río Paraguay.
Cada misión funcionaba como una unidad auto-suficiente: tenia una plaza, una iglesia, un cementerio, casas para los sacerdotes y para los indígenas, talleres, graneros y almacenes. Dirigidos por los sacerdotes, los indígenas producían: yerba mate, algodón, maíz, mandioca, caña de azúcar, arroz y bananas, y criaban vacas, bueyes, caballos y corderos. Luego del periodo de enfrentamiento con encomenderos de la región, los jesuitas obtuvieron el monopolio de la yerba mate, cuyo excedente vendían en Buenos Aires para pagar el tributo indígenas y sostener a la orden. los indígenas realizaban artesanías, entre las que se destacaban sus trabajos de madera y los tejidos de algodón. Algunas de esas manufacturas eran vendidas en el mercado americano.
Los jesuitas tuvieron éxito en concentrar a los guaraníes en los pueblos de misiones. Esto se debió a la actitud de los misioneros , que respetaron las costumbres guaraníes que no fueran contra el evangelio, les permitieron conservar la autoridad de los caciques y los evangelizaron en su propia lengua.
Por otra parte, los corregidores encomenderos y hacendados españoles cuestionaron la instalación de misiones, ya que les sacaba la posibilidad de disponer de una importante población indígena como mano de obra. En forma reiterada, los cabildos reclamaron que se pusiesen limites a la obra de los jesuitas, a los que acusaban de reunir una riqueza y un poder excesivos, sin control por parte de las autoridades coloniales.
En el año 1769 el rey Carlos III ordenó expulsar los jesuitas de todos sus territorios. Las causas más importantes de su expulsión fueron que, por un lado, los europeos no toleraban ningún tipo de expresión fuera de sus intereses colonialistas y por la otra, envidia y el deseo de apoderarse de los indios.
- La organización social;
- Sociedad estamental,
- El papel de la Iglesia.
Terminado